Si las tienen, regálenle lo que quieran a sus madres. Simplemente menciono al pasar, y sin ánimo de evangelizar, apenas de describir alternativas, la tradición japonesa del regalo.
La enorme mayoría del Japón está cubierta por montañas y plantaciones de arroz, por lo que el espacio humano en las islas es muy reducido. La gente vive en muy poco espacio. Quizás también por eso, ponen mucho énfasis en lo formal en las relaciones humanas. Si yo te hago un regalo, es un compromiso por dos razones. Primero porque estoy dándote un objeto que (hasta no haber vivido en un apartamento japonés esto no se puede entender del todo) te va a literalmente sacar espacio de vida. Quizás un libro les parezca poco pero tengan en cuenta que los japoneses son un montón, así que las cosas escalan rápidamente en el país del sol naciente. El segundo compromiso es que un regalo es algo importantísimo en un país donde cuesta tanto crear relaciones afectuosas. Por ende, yo no puedo tirarlo o re-regalarlo; al contrario: deberá ser exhibido en un lugar de honor en mi casa. Y ahí volvemos al primer compromiso: hay poco lugar, y mucho menos espacio para los "lugares de honor". Ergo, los japoneses sólo hacen regalos cuando es estrictamente necesario. Y si ven acercarse a un amigo con terrible paquete de regalo, lo miran espantados, con cara recontraamable pero pensando "me estás jodiendo, no?".
Pero, siempre hay un pero, hay un hack, una alternativa, una vuelta, que permite a los japoneses regalar y recibir sin complicarse la vida. Es simple, es elegante y todo el mundo gana: la enorme mayoría de los regalos en Japón nunca son inquilinos en las casas sino huéspedes por una o dos noches. En otras palabras, desaparecen. Los japoneses hacen regalos que hoy están y mañana no. No regalan electrodomésticos, ni libros, ni zapatos; regalan comida, frutas, bebidas, flores (me pregunto si ahora también regalarán libros electrónicos).
¿Vieron esa sensación de "tengo que comprar un regalo, no sé, cualquier cosa, pero tengo que llevar algo"? y la angustia de buscar horas algo que en el fondo sabemos que no le va a gustar al regalado? Bueno, los japoneses tienen muchos problemas pero no ese. Frutas, comida, vino, jugo, flores. Gana el regalado, gana el regalador, gana el planeta, gana el hogar, ganamos todos. Felíz día a todas las mamás.
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